Aunque la Televisión Digital Terrestre (TDT) ha hecho posible una mejor calidad de imagen y una oferta televisiva más amplia y diversa, las televisiones locales -que también operan en TDT- siguen teniendo unas características propias con las que ninguna otra puede competir. La proximidad, la inmediatez, la realidad, el compromiso y la sensibilidad con la audiencia son los valores y las potencialidades que hacen de la televisión local el medio más fiel, influyente y rentable de todos los que compiten en el panorama mediático general (prensa, radio, televisión e Internet).